viernes, 27 de agosto de 2010

De los sueños y otros cuentos...

(Acompañe este blog con una buena canción de Frank Sinatra, un Merlot y un paseo por Puerto Madero, ¡tres de las mejores cosas de la vida!)

Si tuviera que resumir en una palabra este año sería logro!. A nivel profesional, a nivel anímico, a nivel personal. Siento hoy en día que muchas cosas buenas están pasando. Muchas cosas maravillosas por las que me siento inconmensurablemente agradecida con La Vida.

Este ha sido un viaje lleno de aventura, en el que me he reencontrado conmigo, en el que he entendido lo que es realmente importante; en el que me he descubierto con ojos más críticos, pero con una actitud mucho más positiva hacia lo que soy, hacia lo que son los demás y hacia lo que cada espacio significa para mí.

Creo que es un momento que experimentan solo algunas de las personas. Gran parte de los seres van y vienen, sin ni siquiera descubrirse a sí mismos, sin entender su lugar en el mundo, sin querer y sin sentir, sin pasiones realmente honestas y vitales, que les llenen los días de agradecimiento; que los hagan sentir llenos de esperanza y de alegría por cada día vivido.

Siento que este ha sido un gran año. Falta todavía el cuarto trimestre, pero, como saben los que me conocen, me gusta hacer altos en el camino cada tres meses para evaluar los objetivos y resultados que se han obtenido; para cuantificar las ganancias y realizar los planes de acción y establecer la estrategia para cerrar el año con aprendizajes y con mayores ventajas para enfrentar uno nuevo. Lo sé, lo sé, soy una cuadriculada, pero ¡¿Es que esta vida no es una empresa?!. Construimos todos los días nuestro presente y hay que saber para dónde vamos, porque, como dice el adagio popular, el que no sabe para dónde va, cualquier camino le sirve.

Y entonces, vienen los resultados de estos dos últimos meses. Meses que han resultado para mí un reencuentro impresionante e inimaginable conmigo misma. En los que me he sentido en libertad, pero lo más importante, en los que me he sentido muy orgullosa de las decisiones que he tomado. En los que me he tomado tiempos para mí, para cumplir mis sueños, los más sencillos y los que no creí que llegaran tan pronto como conocer Buenos Aires, trabajar con Google, ser líder nuevamente de un proyecto.

He vuelto a reir, he vuelto a respirar. Siento una energía enorme para coger este mundo y hacerlo a mi manera todos los días. Para ver esta ciudad más bella todos los días, para reencontrarme con los viejos amigos, los viejos rincones, las viejas costumbres.

Estos meses han sido una fiesta, me han devuelto las sonrisas y el color, después de pasar por un sinfín de escalas de grises que terminó cuando por fin decidí que era demasiado buena para estar con alguien que no lo era para mí. Cuando me di cuenta de que el problema no era yo; que yo tenía adentro mil cosas que estaba perdiendo.

Entonces me sentí más agradecida que nunca, con esa persona que me enseñó lo que realmente no quiero de la vida, lo que no necesito y lo que no quiero tener al lado.

Qué gran año, ¿no?... Poco a poco uno se va desprendiendo de aquello que le hace daño y empieza a disfrutar los días con todos los colores del arcoiris y entonces se siente mejor que nunca ¡y cada día las cosas mejoran!....

(Espero en este punto que usted, querido lector, esté sonriendo como yo, si no, tómese otro Merlot y escuche "I've got you under my skin" y vuelva a enamorarse. Verá que todo cobrará sentido)

PD: Santafecito de primero en la Liga y ganando 4-0 en el último partido de la Copa Suramericana, díganme si esto no es vida!!!